DÉCOUVREZ LES 14 MUSÉES DE LA VILLE DE PARIS
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En Actos y palabras (1875-1876), el propio Victor Hugo estructuró su vida en tres grandes periodos: antes, durante y después del exilio. Estas etapas han servido de referencia para la actual disposición de la casa, que sigue un trazado cronológico.
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Esta estancia evoca la atmósfera familiar y los lugares que Victor Hugo habitó desde la infancia, durante su juventud y hasta sus primeros éxitos literarios. Los retratos de familia fueron en su mayoría realizados por sus allegados y amigos, como los hermanos Eugène y Achille Devéria, su cuñada Julie Duvidal de Montferrier, alumna aventajada del Barón Gérard o su propia esposa.
Tapizado con damasco de color rojo, este salón reconstruye el ambiente del apartamento en el que, en época de Victor Hugo, se daban cita las Letras, las Artes y la Política en torno al cabecilla de los románticos. Frecuentaban el lugar personalidades como Théophile Gautier, Lamartine, Dumas, Mérimée, David d’Angers... De las paredes cuelgan obras antiguamente emplazadas en el gran salón, como los retratos de familia realizados por Louis Boulanger y Auguste de Châtillon, el busto de mármol del poeta realizado por David d’Angers y el lienzo que ilustra la historia de Inés de Castro, regalo de los duques de Orleans al señor de la casa.
2: vue du salon rouge à la maison de Victor Hugo
Esta estancia, y la siguiente, nos sumergen el periodo del exilio en Guernsey. En este salón se deja ver una faceta aún apenas conocida de Victor Hugo: su talento como «decorador». El museo es el único lugar en el que se pueden observar sus creaciones en este ámbito, a través de la decoración y los muebles diseñados para la casa de Juliette Drouet, Hauteville Fairy.
Fue Paul Meurice quien se los compró al sobrino de Juliette para luego regalárselos al museo e instalarlos, con la ayuda de un mercante de arte asiático, Siegfried Bing, en un «salón chino», separados de los muebles de inspiración gótica, junto con los del comedor y la habitación de la casa de Guernsey. Estas tablas de estilo chino fueron dibujadas por Hugo entre 1863 y 1864, y pintadas con ayuda de Tom Gore, artesano contratado anteriormente para las obras de Hauteville House. Todos ellos enmarcan las porcelanas que revisten las paredes o llenan las estanterías. El poeta da rienda suelta a su imaginación en un sueño de fantasía y humor sembrado de íntimas alusiones a su amada, esparciendo sus monogramas, VH y JD, por todo el decorado.
Completa el conjunto una mesa que Victor regaló a Juliette, sobre la que escribió la primera serie de La leyenda de los siglos en 1859, y en la que escribió de su puño y letra una dedicatoria.
La mesa de los cuatro tinteros (Lamartine, Dumas, Sand y Hugo), ensamblada por Victor Hugo, estaba destinada a ser vendida para recaudar dinero a favor de los niños pobres de Guernsey.
Panneau dans le salon chinois © Françoise Cochennec / Maisons de Victor Hugo / Roger-Viollet
El gusto por los muebles góticos, ya presentes en el apartamento de la plaza Royale, se explaya aún más con la reforma de Hauteville House y de Hauteville Fairy. Hugo, a menudo en compañía de Juliette o de sus hijos, se lanza a la «caza de viejos cofres» en Guernsey al tiempo que adquiere muebles de Alta Época o del Renacimiento. Hugo manda desmontar los muebles a un equipo de carpinteros dirigidos por Mauger, que luego habrán de volver a montarlos siguiendo los dibujos de Victor Hugo, que este realiza a instancias de su imaginación o de las necesidades de decoración. Como resultado: puertas que acaban siendo mesas, muebles que se transforman en aparadores o en bancos, carretes de hilo en candeleros y patas de mesa en columnas para dar aires góticos a los muebles.
La salle à manger de la maison de Juliette Drouet, imaginée par Victor Hugo
Esta pieza –y la siguiente parcialmente – sirve hoy para presentar los «formatos de bolsillo», pequeños conjuntos temáticos que permiten mostrar al público obras de colecciones (dibujos, fotografías, grabados, manuscritos, impresiones…) que por su frágil naturaleza no pueden exponerse de manera permanente.
En esta estancia, antiguo despacho del escritor, se presentan las obras representativas de la gloria de Victor Hugo tras su regreso del exilio, como su retrato de Léon Bonnat, ya todo un emblema. El retrato de sus nietos, Georges y Jeanne, remite inevitablemente a El arte de ser abuelo, mientras que una conmovedora imagen de Juliette Drouet pocos meses antes de su muerte refleja un final marcado por el duelo. El busto heroico de Rodin parece transportar a Victor Hugo a la inmortalidad.
Le salon du retour d'exil à l'emplacement du cabinet de travail de Victor Hugo
Gracias a la generosidad de sus nietos, Georges y Jeanne, se ha podido reconstruir fielmente la habitación en la que Victor Hugo pasaría sus últimos años de vida (130, avenue d’Eylau), de 1878 a 1885. Entre el mobiliario, se encuentran regalos que el escritor, personaje público, recibió por su 80° cumpleaños: La République, de Clésinger, un jarrón de Sèvres, obsequiado por Jules Ferry en nombre del gobierno. Tampoco falta el famoso escritorio elevado sobre el que Hugo escribía de pie. Fue en esta cama en la que Victor Hugo se apagó el 22 de mayo de 1885.
Le lit dans lequel est mort Victor Hugo